Esta semana ha sido un tanto dura, hemos perdido a dos niños, una de siete meses y otro de dos años. Es probable que en otro país los dos estuvieran vivos ahora mismo, pero aquí las cosas son muy diferentes.
Mañana nos vamos a Yaoundé, la capital, a pasar el fin de semana. Creo que vamos a agradecer dos días de desconexión total, nos hace falta. Puede que no hagamos nada del otro mundo, pero me apetece vivir el caos de la gran ciudad.
A pesar de los eventos de esta semana, la experiencia sigue siendo muy positiva, le recomendaría a cualquier persona que se sume a un proyecto de este tipo en cuanto tenga la posibilidad de hacerlo. Pero hay que ser conscientes de lo que nos espera, que luego llegan los desencantos y las decepciones con la cooperación al desarrollo. Que nadie venga pensando que va a cambiar el mundo, ni con la idea de dejar una huella en África.
Si Camerún tiene que desarrollarse, será gracias a la población camerunesa, no a la cooperación internacional. Nosotros podremos estimular a algunas personas, poner parches, mejorar infraestructuras... pero no hay tu tía, cada cual tiene que tomar las riendas de su destino y hacerse dueño de su futuro.
Y ésa es, a mi modo de ver, una de las claves. No se trata de dar peces, ni de enseñar a pescar. Sino de eliminar las barreras que tienen las personas para llegar a las aguas donde hay pesca, de proporcionar el equipo necesario y el mantenimiento del mismo, de favorecer la formación de las generaciones venideras en otros oficios para no saturar un sector determinado...
Son muchas las necesidades, y pocas las ambiciones reales de gobiernos e instituciones a escala local e internacional. Mientras esto no cambie, aquí seguiremos algunos, tratando de ayudar en todo lo posible, pero con las manos un tanto amarradas.
Dentro de unos días escribiré una entrada sobre Nuria y Jordi. Un matrimonio que se viene a pasar un mínimo de tres años en Kribi para montar una escuela de enfermería. El proyecto es muy interesante, y su éxito podría marcar un antes y un después en la trayectoria del hospital de Ebomé y su personal sanitario.