10 ago 2012

Y AHORA SÍ QUE SÍ, DE VERDAD DE LA BUENA... ¡¡¡LA MATERNIDAD!!!

Mathiew, con el pantalón rosa, mostrando las instalaciones.
Por fin, el pasado mes de mayo inauguramos la maternidad. Hemos pasado semanas de mucho trabajo, de estrés y de malabares presupuestarios, pero todo ha salido bien. Mucho mejor de lo que esperábamos. La inauguración fue muy bonita, y contamos con la asistencia de varias asociaciones y autoridades locales, así como de distintas iglesias.

He hablado en varias ocasiones sobre este proyecto, y es que supone un antes y un después para el HEK. Estas nuevas instalaciones se encuentran dentro del propio hospital, y no en un ala anexa como hasta ahora. El servicio que ofrecemos podrá será mucho mejor con el cambio, con equipamiento más moderno y una organización mucho mejor.

El paritorio, básico pero funcional.
Para que os hagáis una idea, hablamos de una maternidad que proporciona una media mensual de 140 consultas prenatales, 31 partos y 160 vacunaciones infantiles. A partir de ahora, estas atenciones se prestarán de una manera mucho más cómoda y accesible tanto para los pacientes como para el personal.

He tardado en escribir esta entrada por varios motivos, siendo uno de ellos la enorme dificultad que supone para mí para expresar lo feliz que estoy de haber formado parte de este proyecto. La implicación de todo el personal ha sido increíble, el día de la inauguración se veían sonrisas por todas  partes, se respiraba el orgullo y la felicidad en el ambiente. Mathiew, enfermero responsable de la maternidad se paseaba sacando pecho por el hospital. Amparo Nkomy, directora del centro, correteaba nerviosa por los pasillos. Y yo, la verdad, no sabía dónde meterme.

Después de la inauguración ofrecimos un pequeño aperitivo.
En fin, sigo sin saber muy bien cómo escribir sobre lo que siente uno en momentos como éstos. La admiración y respeto que siento hacia mis compañeros de trabajo no se puede describir con palabras. Disculpad por la escasez de texto y el exceso de imágenes, pero es lo que hay.


Muchísimas gracias a todas las personas que se han implicado en esta obra, sobre todo a las que sufren el acoso de voluntarios que llegan con cientos de ideas para revolucionar el hospital.









14 jul 2012

EL OPIO DEL PUEBLO...

El último par de meses ha estado plagado de eventos. Hemos visto a Nadal ganar Roland Garros y caer en la segunda ronda de Wimbledon, emocionantes carreras de Fórmula 1 en un campeonato que se presenta igualado y, cómo no, hemos disfrutado con la brillante defensa del título de campeones de Europa de fútbol a cargo de la selección española.

No voy a perder el tiempo con detalles de cómo celebré cada uno de los cuatro goles ante Italia, ni la emoción de ganar la semifinal en la tanda de penaltis. No es de esto sobre lo que quier hablar.

Lo que hoy me invita a escribir es una tendencia que cada vez me parece más absurda. Y es que estoy harto de tantos "antifútbol". Vale que es el opio del pueblo, vale que hay problemas muy graves hoy en día, vale que las asistencias de Xavi Hernández no nos van a sacar de la crisis. ¿Y qué? ¿No es también Almodóvar el opio del pueblo? ¿Acaso salimos de la crisis viendo pelis de Ken Loach y leyendo a Saramago?

De un tiempo a esta parte parece que hay toda una legión de intelectuales que se creen muy inteligentes por el mero hecho de que no les gusta el fútbol. Sólo por eso son más listos y están en situación de darte lecciones de responsabilidad social y política.

Y por ahí es por donde no paso. Resulta que un salvapatrias escribe desde su casa, cuelga convocatorias de manifestaciones por Facebook o envía campañas de firmas por Actuable u otras plataformas similares y ya se cree con derecho a dar lecciones a los borregos que gozamos de lo lindo con los goles de Silva, Alba, Torres y Mata.

Un día llegas a casa del hospital por la tarde, esa noche ha habido un fallecimiento de un niño de siete años por una enfermedad que en España sería perfectamente tratable. Lo primero que has hecho por la mañana ha sido darle un abrazo a la doctora, voluntaria también, que ha visto morir a ese niño entre sus manos y se te echa a llorar ante la impotencia que siente a la hora de practicar su profesión en determinadas condiciones. La jornada ha seguido su curso, has estado pidiendo medicamentos a los proveedores, haciendo encaje de bolillos con las cuentas, tratando de ayudar a que el centro siga adelante. Y al llegar a casa lo que te apetece es escucharte el carrusel deportivo de la tarde de Champions o, si se cuadra, encontrar un bar donde ver los partidos del día.

Y todavía tienes que aguantar lecciones de responsabilidad social por parte de salvapatrias de medio pelo que se creen con derecho a mirarte por encima del hombro. De verdad, a todas esas personas, veníos a África, estáis invitadísimas. Venid a disfrutar de los muchos buenos momentos, pero también a compartir con nosotros los más duros. Pasad una pequeña malaria o unas fiebres causadas por innumerables picaduras de mosquitos, compartid mesa con gente que sólo disfruta de una comida al día. Escuchad las dificultades de una madre soltera de 22 años que estudia y trabaja mientras se hace cargo de sus dos hijos, sed testigos de las lágrimas de frustración de algunas personas.

Disfrutad con nosotros también la enorme satisfacción de tener terminada la nueva maternidad del hospital, donde se podrá tratar a muchísimas mujeres en mejores condiciones. Fundíos en un abrazo con una mujer que llegó a nuestro centro gritando ante los dolores de un parto sumamente complicado, tras horas tratando de dar a luz en casa, sabiendo que su bebé estaba muerto y temiendo por su propia vida; pero que 48 horas después recibía el alta totalmente recuperada.

Estrechadle la mano a Djibril, feliz porque viene a recoger a su mujer y su tercer hijo recién nacido para llevárselos a casa. Ved la enorme sonrisa de Ndille, nuestro médico jefe, cuando sale del quirófano tras una operación que ha presentado complicaciones, pero en la que al final todo ha salido bien.

Después, sólo después, podréis venir a dar lecciones de responsabilidad social. Pero yo seguiré disfrutando del placer de ver un partido de fútbol con una cerveza. Llamadme borrego si queréis.


UNA DE TÓPICOS

Así, con la tontería, llevo la de Dios sin entrar en el blog. Lo tengo abandonadísimo por diversos motivos. He pasado un par de semanas bastante enfermo, con fiebre y bajo los atentos cuidados de Nuria y Jordi, de InsolÀfrica. También he decidido dejar de escribir entradas sobre los voluntarios que por aquí pasan, ya que al fin y al cabo somos los menos importantes del hospital, no dejamos de ser figuras totalmente prescindibles.

Por aquí venimos muchas personas, unas se quedan un mes, otras, como yo, cerca de un año; pero al fin y al cabo todos nos volvemos a casa con una medallita, mientras que aquí hay un equipo humano que se queda de manera indefinida y sin recibir aplausos en ningún momento. Es más, cada dos por tres ven llegar blanquitos con muchas ideas y con muchas ganas de cambiar protocolos y de decirle a todo el mundo cómo tienen que hacer su trabajo. Y esta gente aguanta con una paciencia que ni el Santo Job. Saben que, cuando se vayan estos voluntarios, ellos seguirán haciendo su trabajo como consideren oportuno.

Pero hoy, en realidad, no quería hablar sobre esto, sino sobre varios tópicos que se oyen sobre África y otras regiones en vías de desarrollo. Son frases que suenan como sentencias lapidarias, y en realidad pueden hacer mucho daño, ya que proyectan una imagen totalmente errónea sobre la realidad que vivimos algunas personas.

"EN ÁFRICA, LA GENTE ES POBRE, PERO SON MUCHO MÁS FELICES QUE NOSOTROS".

No quiero citar de nuevo al filósofo madrileño al que hice referencia en mi subida al Monte Camerún, pero es que me dan ganas. No sé si este concepto tan extendido responde a la necesidad de quitarnos cierto sentimiento de culpabilidad al ver las diferencias sociales entre las distintas regiones del mundo. "Pobres negritos, no tienen nada, pero qué felices son en realidad". Puede que creer esto nos haga sentir mejor, en paz con nuestras conciencias, pero es una gran mentira.

La pobreza y la falta de salidas se vive con muchísima frustración. Incluso en Camerún, donde la situación no es comparable con otros países más pobres, la impotencia ante la imposibilidad de salir adelante genera una abrumadora insatisfacción. Los europeos que vivimos aquí, aunque no seamos privilegiados en nuestros países, tenemos todo tipo de comodidades a nuestro alcance. Aquí he conocido ya a unas cuantas personas que tienen hernias u otras enfermedades y esperan a operarse "cuando tengan dinero", es decir, a saber cuándo. Si la hernia está estrangulada y supone un riesgo grave para la salud, solemos operar gratis o con facilidades de pago en nuestro hospital, pero si no se da ese caso, la intervención espera hasta que el paciente pueda pagárselo. Me podrán decir que en España también tenemos eternas listas de espera, pero la diferencia es que nosotros sabemos que nos van a operar, aunque la espera se pueda hacer eterna. Aquí, en cambio, nunca se sabe si el dinero va a llegar en algún momento, o si va a haber un especialista disponible.

La necesidad genera frustración, ansiedad, depresión... lo cual me lleva al segundo tópico.

"EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO NO HAY ANSIEDAD NI TRASTORNOS DEPRESIVOS, ESO ES COSA DEL PRIMER MUNDO".

En África, igual que en cualquier otra región del mundo, hay depresiones y ansiedades. Lo que no hay es diagnóstico. Si vives al día, como es bastante común aquí, y no dispones de ahorros, cualquier imprevisto que se te presente supone una gran dificultad. Hacer frente a los gastos derivados de un tratamiento médico, de los estudios de tus hijos, de compra de herramientas de trabajo u otras circunstancias puede implicar que una persona se vea obligada a no comer un día. Así de simple. Así de crudo. ¿De verdad nos pensamos que estas personas no sufren ansiedad ni depresión?

El problema radica en que aquí, que yo sepa, no hay psicólogos ni psiquiatras. Si tienes algún tipo de problema de tipo psicológico, nadie va a darte unos ansiolíticos, ni a recomendarte que te cojas unos días libres para relajarte. Ni te van a firmar dos semanas de baja para que descanses en un balneario.

Pero además de la falta de diagnóstico y tratamiento, hay otro problema. Y es la estigmatización. La depresión es síntoma de inseguridad y, por consiguiente, de debilidad. Si te sientes deprimido no puedes admitirlo ni buscar ayuda, sobre todo si eres hombre, porque eso es "cosa de blancos". Y nadie quiere que le señalen con el dedo.

Quizás me equivoque, pero este concepto que a veces tenemos también creo que responde a nuestra necesidad de sentirnos menos culpables respecto al orden mundial. "Los pobres son muy pobres, pero al menos son felices y no sufren las complicaciones de la vida rica".

Podemos lavar la realidad si queremos, pero al fin y al cabo una persona que no llega, ya no a final de mes, sino a final de semana, que no sabe cómo ni cuando va a dar de comer a su familia ni si podrá tratarse sus enfermedades en algún momento, sufre todo tiempo de ansiedades y frustraciones. Si pierdes a un hijo adolescente por una enfermedad que nadie ha podido diagnosticar a tiempo lloras y te deprimes, como en cualquier otra parte del mundo.

"EN ÁFRICA LA VIDA NO VALE NADA".

No quiero extenderme demasiado con esta frasecita porque me hierve la sangre. Cada vez que se la oigo a alguien me dan ganas de liarme a hostias hasta quedarme solo. ¿Quién pude ser tan miserable como para afirmar esta salvajada? La vida en África vale lo mismo que en cualquier otra parte del mundo. Ni más ni menos; exactamente lo mismo.

Otra cosa es que aquí se asuma la muerte de otra manera, como algo más habitual y, por desgracia, en ocasiones prematuro que en Europa u otras regiones del mundo más desarrolladas. Pero eso no quiere decir que le gente no llore a sus muertos, ni que sufran al perder un hijo de lo que el curandero ha llamado "enfermedad mística", sobre todo cuando en el hospital se les confirma que era una enfermedad tratable o que, por lo menos, el fallecido podría haber tenido una muerte mucho menos dolorosa.

He visto muchas reacciones ante la muerte desde que estoy aquí, pero ninguna de ellas ha sido la indiferencia. La más común, en mi breve experiencia, ha sido una especie de indignación, rabia y frustración contenidas. Porque la gente no es tonta, y saben que con más medios muchos de los fallecimientos que aquí se sufren serían evitables. Y reaccionan así porque valoran mucho la vida, muchísimo, y se aferran a ella como a un clavo ardiendo. Y perder un familiar es una tragedia. Como en todas partes.

8 may 2012

MADAME LA DOCTEUR

Hace unos días despedimos a otra voluntaria, Verónica, una doctora con mucha experiencia en urgencias que ha venido a hacer de todo. Han sido dos meses en los que no ha dejado de pensar en el trabajo en un solo momento. Al llegar a casa se ponía a estudiar las enfermedades que se iba encontrando, nunca se le iban sus pacientes de la cabeza. Ha hecho guardias y atendido a pacientes excediendo con mucho sus responsabilidades. Y todo con una sonrisa en la cara.
Vero en sus primeros días en la consulta.

A veces no nos damos cuenta de lo difícil que es ayudar y recibir ayuda sin que ninguna de las partes implicadas se sienta incómoda. Está el que, presa del orgullo, rechaza opiniones ajenas. O los que dan consejo sin darse cuenta de que están trabajando en un entorno muy diferente al suyo. En ese toma y daca, ese ten con ten, Vero ha sido toda una maestra. Ha tenido una mano izquierda admirable, guardaba un cuidado extremo en no herir sensibilidades, en respetar los criterios del personal sanitario local. Se daba cuenta de algo esencial, y es que los voluntarios vamos y venimos, pero hay gente en este hospital que se queda de manera indefinida, y por ello deben ser casi siempre prioritarios.

La cooperación internacional está plagada de historias de actitudes paternalistas y condescendientes por parte de personal expatriado, es un tema muy serio con el que hay que ir con pies de plomo. Envidio a ciertas personas que, como Verónica, superan esta barrera con una facilidad envidiable, consiguiendo que todo el mundo le ponga buena cara y se sientan privilegiados por trabajar a su lado. 

Esta semana, en mi paseo de vuelta a casa me encontraba raro, no estaba Madame la docteur a mi lado contándome sus dificultades, ni hablándome de "sus niños". Ese rato formaba parte de nuestra rutina diaria, una hora de camino tragando polvo y hablando de las dificultades de nuestro trabajo, de los calores y los mosquitos, de cómo echamos de menos a nuestra gente... Han sido demasiados momentos en tan poco tiempo.

Su apoyo ha sido incondicional, y su compañía alegraba el día a todo el hospital. La recordaremos saltándose un ceda el paso y disculpándose con un "excusez moi, le blanc!", respondiendo "j'arrive" a un chuzo con ganas de ligar o cayéndose de culo por el Monte Camerún con una elegancia que ni Isabel Preysler..

Verónica ha vivido momentos muy duros en Kribi, ha perdido pacientes de muy corta edad, se ha enfrentado a situaciones extremas ante enfermedades que en su hospital no siempre habrían sido tan problemáticas. Pero ha aguantado como una campeona, y encima tiene el valor de plantearse un regreso.

Desde que se fue, raro es el día que no me preguntan por ella los compañeros de trabajo, y siempre se oye un "Elle nous manque" cuando surge su nombre en la conversación. Ahora está encantada en casa, con su gente, su trabajo que tanto le gusta y con la compañía que tanto ha echado de menos desde Kribi. 
De vuelta el último día de Verónica en el hospital.

Los que nos quedamos sólo podemos desear su regreso. Y es que cuando uno emigra echa de menos a su gente, pero en realidad sabes que tarde o temprano volverás a estar con tus amigos de toda la vida, por eso esas despedidas duelen menos.

Sin embargo, están estas otras despedidas, que son las que más te pican. Dices adiós a una persona que quedará siempre en tu recuerdo, que te ha aportado muchísimo, y que puede que no vuelvas a ver en mucho tiempo. Es lo peor de tantos viajes y tantas vueltas. Conoces a mucha gente, sí, y eso está muy bien. Pero también te despides de personas a las que sabes que vas a echar en falta.

Tenemos pendientes unas cañas en Madrid, unas rabas en Santander y unas papas arrugás en Lanzarote, pero uno nunca sabe cuándo va a llegar eso. Mientras tanto, el personal del HEK echará de menos a Verónica, una grandísima doctora y una estupendérrima amiga. Hoy mismo, una paciente que volvía para hacerse unas curas me preguntaba por la doctora y me pedía agradecida que le mandara un abrazo si hablaba con ella. Pues ahí va ese abrazo, y haz el favor de volver pronto, que nos darás una alegría a todos.


MONTE CAMERÚN

Así, sin darme cuenta, llevo varias semanas sin escribir nada por aquí. Y hay mucho que contar, y todo bueno. 

Vamos por partes. Empiezo por la excursión al Monte Camerún. Lo de "monte" no sé de dónde lo han sacado, porque estamos hablando de una montaña de tres pares. Uno se espera encontrarse con un largo paseo, de esos que te dejan las piernas doloridas. Más o menos como puede ser la ruta del Cares o alguna similar por Picos de Europa o Pirineos. Pues como dijo el filósofo madrileño, "y una polla como un cuello". 

Empezando por las cuestiones más prácticas, decir que se sube al montecito de marras desde Buea, ciudad a la que se llega en coche o bus desde el Rond Point Deido de Douala. El precio del trayecto oscila entre 1.300 y 2.500 FCFA. Una vez llegas a Buea, lo mejor es cogerse otro taxi hasta la oficina de Eco Tourism, cuesta 200 FCFA, menos de 50 céntimos de euro, y te ahorras una caminata de más de una hora cuesta arriba. 

El servicio en las oficinas es bastante bueno, y te ofrecen opciones de acuerdo con tu presupuesto. Nosotros pagamos entre dos personas 55.000 FCFA (unos 80 €) por la entrada al parque, servicio de guía y porteador, y alquiler de saco, esterilla y bastones. El uso de guía es obligatorio, y yo no recomendaría a nadie subir sólo, ya que el recorrido se hace duro en algunos ratos y el camino no es del todo fácil. El día antes de salir vas al mercado con alguien de la organización y te recomiendan qué comida comprar para los dos días que te quedan por delante, y ahí, aunque te parezca que compran mucha comida, decid que sí a todo, que la caminata abre el hambre que da gusto. Por favor, no hagáis como nosotros y desayunad fuerte.

La vista era bonita, qué pena de nubes.
 El recorrido se divide en varios tramos separados por una serie de refugios. Hasta el primero de ellos, todo transcurre como una ruta por la selva, dura a tramos pero tampoco salvaje. Esta parte nos llevó unas dos horas. Al llegar a la cabaña te encuentras con unas simpáticas avispas y un grupo de evangelistas africanos que rezan en un trance que da tanto miedo como risa.

Luego quedan otras cuatro horas de marcha, con una parada entre medias. Estos dos tramos siguientes son lo más duro de toda la montaña. Un recorrido encrespado, con arena volcánica bastante resbaladiza. Sólo puedo decir que sufrí bastante, llegando a pararme cada diez pasos para apoyarme en el bastón. No voy a ir de gallito diciendo que no fue para tanto, lo pasé fatal. Hubo momentos en los que pensé en darme la vuelta, me sentí como un auténtico imbécil por haberme metido en este berenjenal. 

Así llegue al campamento II, con esta cara de susto.
Verónica, la doctora sobre la que versará la próxima entrada, me maldijo varias veces por haberla convencido para subir conmigo. De verdad, no estamos hablando de seis horas de monte de las que dejan agujetas, sino de una ruta bastante matadora, con tramos muy, pero que muy duros.

En todo momento agradeces enormemente la presencia del guía y del porteador, ya que las autoridades obligan a llevar tres litros de agua por persona y día, es decir, que si vas sólo cargas con un mínimo de seis kilos más la comida de dos días.

En nuestro caso, contamos con Daniel, un guía muy majete y profesional que conocía muy bien la montaña. El tío se la sube dos veces por semana, algo que a mí me parece sobrehumano.

La Vero y yo, con la necedad que caracteriza a los blancos, pensamos que podríamos llegar a la cima, pero aquí es donde volvemos a citar al filósofo madrileño. A mitad de camino vimos claro que lo mejor era quedarse en el segundo refugio, como nos habían recomendado. La mejor opción es pasar tres días en el monte. En el primero llegas hasta la segunda cabaña, al día siguiente haces cima y empiezas a bajar por la otra cara y pasas una segunda noche a mitad del descenso.

Resumiendo, después de pasar la noche en un refugio acompañados por un ratón y un finlandés un tanto peculiar, desayunamos un pollo al curry con pasta y volvimos a Buea. El descenso es probablemente más duro que la subida. Sólo hay una ventaja, que en ningún momento te planteas lo de darte la vuelta. Es obvio que no vas a quedarte a vivir ahí arriba, sería bastante absurdo, así que sigues bajando.

Vero con Daniel, nuestro guía.
 Y llegas con unos andares que ni Fraga en sus peores tiempos. Y tu compañera de viaje se parte de risa de ti, que no contigo. Y te duele hasta el alma. Y te ves harto de caminar. Y te duele. Y te sale una ampolla en la mano de apoyarte en el bastón. Y te duele. Y no ves el final del camino. Y te duele. Y tu compañera de viaje roza el coma de la risa. Y te duele hasta el alma.

Pero de repente llegas a las oficinas de Eco Turismo, te comes dos plátanos y te duchas con un cubo de agua fría. Y después de la ducha te das cuenta de que ahí estás, en pelotas, achicando agua con una racleta de goma para que se vaya toda por un desagüe que da directamente a la calle. Y lo mejor de todo es que te encuentras más a gusto que el copón bendito, no te sientes nada extraño a pesar de vivir una situación tan peculiar en un pueblo perdido en una montaña africana.

En noviembre volvemos, cuando pasen las lluvias.

Luego, después de un buen rato, llegas a Douala y te tomas una cervecita con Nuria, Teia y Jordi, amigos de Insol Àfrica, una ONGD que inicia en breve una escuela de enfermería en Kribi. Y eres tan imbécil que empiezas a planear el regreso con el tal Jordi. Pero esta vez tres días, para hacer la ruta completa.

¿Cómo era eso de tropezar dos veces con la misma piedra?






Por cierto, no puedo dejar de lado lo mejor de la excursión. Cuando estábamos a punto de llegar al refugio nos encontramos con dos evangelistas que subián equipados tan sólo con una biblia. Una vez arriba estuvieron rezando a gritos durante un rato. Cuando acabaron nos pidieron permiso para rezar por nosotros, y quién se lo iba a denegar. ¡CERRAD LOS OJOS PARA ROGAR AL SEÑOR! Agachamos la cabeza para que pasara rápido. Gritaron un rato por nosotros, rogaron para que tuviéramos un descenso seguro y se fueron con nuestras galletas de chocolate. Suponemos que llegaron a Buea sanos y salvos, porque al día siguiente no les vimos derrengados por la montaña.









6 abr 2012

LE BLANC!


Hace unas semanas escribía en este blog que al pasearme por la calle me sentía como uno más, que no destacaba. Empiezo a pensar que eso no era más que un espejismo, Kribi me engañó vilmente en mis primeros días de estancia.

Hay que decirlo, de un tiempo a esta parte, cada vez que salgo a la calle me saludan completos desconocidos, “Bonsoir, le blanc!”, me dicen. A veces yo contesto con un cortés “Bonsoir, le noir”, algo que por ahora no le ha sentado mal a nadie. El número de saludos varía en función de la compañía. Si voy con alguna amiga europea, la efusividad suele ser mayor, no sé qué pasa pero de repente la gente se vuelve mucho más hospitalaria y afectuosa cuando vas con una mujer atractiva a tu lado.

Si salimos de Kribi a, por ejemplo, Yaoundé, el acoso y derribo es ya rutina, aunque siempre sin llegar a los extremos que he vivido en otros países. Eh, le blanc, tu te promènes avec deux femmes! C’est pas trop pour toi?

Así que he decidido que cuando vuelva a España me pasearé por la calle saludando a la gente que me encuentre a mi paso. “Ahí estamos, chinorri”, “¡Ese gitano bueno!”, “Aúpa el negro”… Total, si a mí me paran por la calle y en los bares, me hablan maravillas de sus familiares en edad casadera y hacen todo lo posible para que les invite a una cerveza, llegando a sentirse ofendidos cuando les digo que se busquen la vida, ¿por qué no voy a hacer lo mismo yo con un japonés en Santander?

Lo sé, alguno pensará que es lógico que la gente piense que los europeos nadamos en la ambulancia, que atamos a los perros con longanizas. Pero mi realidad es que carezco de ingresos, no tengo un clavel, pero tampoco me parece bien echarle en cara a nadie que trabajo como voluntario, ya que como he dicho varias veces, estamos aquí porque nos da la gana, porque nos apetece y porque nos llena este tipo de trabajo. No gano un sueldo, pero sí muchas otras cosas. Así que antes de explicar que mis escasos ahorros no me dan para ir de espléndido blanco por África, prefiero resumir mi postura con un breve y lacónico “no”.

A todo esto, como es de común conocimiento, los japoneses llevan muchas cámaras de fotos, los gitanos van cargados de joyas, y los negros no salen de casa sin sus armas ni su ropa de marca. Y todo eso vale una pasta, así que si eres japo, negro o gitano estás forrado. Por esta simple, certera y fiable regla de tres, tengo todo el derecho a reclamar copas, comidas y todo tipo de regalos.

Conclusión, si te apellidas Kirayami, Ndogo o Heredia me debes un cubata.

NUEVOS OBJETIVOS


Ayer vinieron dos franceses al hospital, hecho que me llevó a plantearme un nuevo objetivo para mi estancia en Camerún. Lo siento, pero la comunicación con estos blancos es demasiado difícil, se han olvidado de cómo se habla su propio idioma.
Antes de que me vaya debo tener trazado un plan de conquista de las Galias, llevado a cabo por una alianza de fuerzas camerunesas y canadienses. Su misión consistirá en enseñar francés a la población autóctona, hacerles ver que se puede hablar marcando una ligera pausa entre las palabras.

Estos salvajes juegan muy bien al rugby, pero no saben hablar, por eso nos vemos obligados a emprender esta misión. Las generaciones venideras apreciarán nuestros esfuerzos y verán cómo el proyecto Pausas Entre las Palabras Sin Fronteras (PEPSF) sienta las bases de una nueva mentalidad para los galos. Se nos recordará como los salvadores de la comunicación entre francófonos, seremos los próceres de la nueva nación PEPSFariana, cuya capital política estará la Briqueterie de Yaoundé.



Vive la PEPSFarie! Liberté, Egalité, Fraternité et Pausalité entre les môts!

29 mar 2012

MAL QUE BIEN...

Esta semana ha sido un tanto dura, hemos perdido a dos niños, una de siete meses y otro de dos años. Es probable que en otro país los dos estuvieran vivos ahora mismo, pero aquí las cosas son muy diferentes.

Mañana nos vamos a Yaoundé, la capital, a pasar el fin de semana. Creo que vamos a agradecer dos días de desconexión total, nos hace falta. Puede que no hagamos nada del otro mundo, pero me apetece vivir el caos de la gran ciudad.

A pesar de los eventos de esta semana, la experiencia sigue siendo muy positiva, le recomendaría a cualquier persona que se sume a un proyecto de este tipo en cuanto tenga la posibilidad de hacerlo. Pero hay que ser conscientes de lo que nos espera, que luego llegan los desencantos y las decepciones con la cooperación al desarrollo. Que nadie venga pensando que va a cambiar el mundo, ni con la idea de dejar una huella en África.

Si Camerún tiene que desarrollarse, será gracias a la población camerunesa, no a la cooperación internacional. Nosotros podremos estimular a algunas personas, poner parches, mejorar infraestructuras... pero no hay tu tía, cada cual tiene que tomar las riendas de su destino y hacerse dueño de su futuro.

Y ésa es, a mi modo de ver, una de las claves. No se trata de dar peces, ni de enseñar a pescar. Sino de eliminar las barreras que tienen las personas para llegar a las aguas donde hay pesca, de proporcionar el equipo necesario y el mantenimiento del mismo, de favorecer la formación de las generaciones venideras en otros oficios para no saturar un sector determinado...

Son muchas las necesidades, y pocas las ambiciones reales de gobiernos e instituciones a escala local e internacional. Mientras esto no cambie, aquí seguiremos algunos, tratando de ayudar en todo lo posible, pero con las manos un tanto amarradas.

Dentro de unos días escribiré una entrada sobre Nuria y Jordi. Un matrimonio que se viene a pasar un mínimo de tres años en Kribi para montar una escuela de enfermería. El proyecto es muy interesante, y su éxito podría marcar un antes y un después en la trayectoria del hospital de Ebomé y su personal sanitario.

23 mar 2012

¡¡¡SANFERMÍN!!!

Hoy ha sido el último día de trabajo de dos fenómenos, Sancho y Fermín. Con eso de que son navarros, a partir de ahora me referiré a ellos como SanFermín.

Han estado aquí tres semanas para ayudarnos con la instalación eléctrica del hospital, y lo han dejado todo que da gusto. Antes teníamos toda una serie de empalmes extraños, la gente había ido añadiendo enchufes y tirando cables por donde pillaba, pero SanFermín han dejado todo ordenado y mucho más funcional. 

Pero, señora, ¿quién le ha hecho esta chapuza?

Han sido jornadas de sudor y trabajo, regadas con pamplemousse jus y alguna 33 Export una vez terminado el día de trabajo.


Creo que Fermín recordará con mucho cariño los bocatas de mortadela de Denis, sobre todo cuando se esté comiendo un chuletón este jueves en su sociedad.






A ver, tú, Ibarretxe, escúchame.
Ahora no sufriremos tanto con las bajadas de tensión, el quirófano podrá operar mucho mejor, y tenemos un plano de toda la instalación eléctrica para cuando haya que arreglar o modificar algo. También han aprovechado para formar a Víctor, nuestro encargado de mantenimiento, albañil de oficio, y ahora será él quien dirija la nave de la electricidad. Por si esto no fuera suficiente, han traído bastante material para que se quede, incluyendo un portátil y unas cuantas herramientas y demás equipamiento. 

Se nos van mañana por la tarde, así que habrá que despedirles por todo lo alto esta noche. Sólo esperamos que vuelvan cuanto antes, pero esta que vez de visita, para que disfruten de la playa y de unas vacaciones de verdad. Y es que, si yo estoy aquí de voluntario, por lo menos esta experiencia no me cuesta dinero. A la gente como SanFermín sí, gastan dinero de su bolsillo para pasarse el día trabajando con un calor insoportable, con el único afán de ayudar.

Si les veis por Iruña invitadles a unas cerves, que se las han ganado.

¡¡¡VIVA SANFERMÍN!!! ¡¡¡GORA SANFERMÍN!!!

20 mar 2012

SIN UN DURO

Hace tiempo que no estoy tan justo de dinero, y lo mejor de todo es que me trae sin cuidado. Vivo como un señor, sin ningún privilegio, pero como un señor.

Me ratifico en lo dicho en la primera entrada de este blog, sigo sin ver desventajas a este viaje. Vale, uno echa de menos a los suyos, pero a cambio conoce gente y vive una experiencia inigualable.

Dentro de poco más de un mes se celebra el 1º de mayo, fiesta grande en Camerún, y parece que me van a ver desfilar. Lo mejor de todo es que la fecha supone la excusa perfecta para comprarse un modelito africano. Ya colgaré fotos, y os reiréis de mi, que no conmigo.

Por lo demás, la maternidad sigue avanzando, ya le va quedando menos. Puede que la inauguremos un poco tarde, pero todo avanza. Mañana trasladamos el grupo electrógeno, por fin lo tendremos en un lugar más apartado y dond emoleste menos.

Pronto empezaré a escribir aquí sobre los voluntarios que van y vienen. Hay mucho que contar de Sancho, Fermín, Verónica y Pilar; y todo bueno. Da gusto trabajar con gente que se toma tan en serio sus funciones.

15 mar 2012

WHAT IF...?

A lo mejor hago como los murcianos que se van a vivir a Bizkaia y deciden hacerse los más megavascos del mundo mundial. Lo mismo reniego de mi pasado y decido que soy negro y africano de toda la vida de Dios, con 17 apellidos de origen subsahariano. 
Quizás eche de menos el sudor y los mosquitos cuando vuelva, si es que regreso algún día. Dicen que mis genes anglosajones harán que mi verdadera identidad salte a la vista cuando me ponga al sol; porque eso es lo que sido siempre, un gamba de mucho cuidado.
Total, si hay quien convierte a Pedro en Cefas y de ahí pasamos a Kepa, si Vaquero es Bakero; ¿por qué no convertirme en Nzen Drero? Mis hijos renegarán de su pasado blanco, harán como que sus raíces están única y exclusivamente en África.

13 mar 2012

AL FINAL ESTO VA A IR EN SERIO...

Creo que atravieso esa etapa de todo emigrante en la que uno va asimilando que esto no son unas vacaciones, sino que la cosa va para largo. Madrid ya era para mí un segundo hogar, me había hecho a la idea de echar raíces ahí, y ahora veo que me pierdo fiestones o que tardaré mucho en darme una vuelta por mis amados bares de serrín. 

¿Cuando volveré a darme un paseo por Triburbana para ver qué novedades hay? A veces llegabas y te encontrabas una camiseta de A13 en oferta, o alguna otra sorpresa, como el discazo de Freshmakers. Uno va notando que le faltan esas rutinas y hábitos. Supongo que cuando vuelva, si es que vuelvo, echaré de menos el pescado a la brasa y la playa de Kribi, además de otras muchas cosas que iré descubriendo.

¡No asustarse! Aquí todo va estupendamente, el hospital atiende a muchísimos enfermos, ofrecemos un servicio muy valioso, y creo que formo parte de un proyecto más que necesario. Es más, cada vez tengo más ideas y propuestas que hacer, aunque es pronto para plantearlas todas, mejor ir poco a poco, prefiero dejar pasar unos meses antes de meterme en camisas de once varas. De hecho, ni siquiera tengo claras todas y cada una de mis funciones todavía. A veces me siento desbordado, pero cada mañana me levanto con ganas de ir a trabajar, y me meto en la cama satisfecho con mis esfuerzos y con la legitimidad de Lanzarote Help como ONGD.

Por cierto, hemos salido en una radio local, me van a pasar un cd con la entrevista. Si al escucharlo no siento vergüenza ajena, lo cuelgo por aquí. Seguro que da gusto oírme hablar en francés de Potes. Eso sí, uno de los muchos factores positivos de esta experiencia está siendo lo cómodo que me siento con el idioma, creí que me iba a costar mucho más adaptarme.




VIENTO EN POPA...

¡La maternidad va tomando forma! Esta semana hemos terminado todas la parte de fontanería y queda poco para acabar con puertas y ventanas. Todo se suma al traslado del generador que usamos para el quirófano, lo que nos permitirá abrir dos habitaciones individuales que ahora tenemos cerradas por temas de ruidos y olores.

¡Hasta el agua corre que da gusto!
Aparte de estos trabajos, tenemos a dos electricistas dando el callo como borricos, nos van a dejar la instalación como nueva. Además están formando a Víctor, un chaval que acaba de empezar con nosotros y se encarga del mantenimiento en general. De esta manera, cuando se vayan podremos confiar en él para los arreglos que surjan.

Esta nueva instalación nos permitirá reducir al máximo el uso del generador, el cual ponemos en marcha siempre que se utiliza el quirófano, así que nos ahorraremos bastante en gasoil.


Y aparte de los temas laborales, Kribi sigue siendo de lo más acogedor. El jueves celebramos el día de la mujer de una forma muy curiosa. Las mujeres prepararon comida y bebida y los hombres fuimos a mesa puesta. Algo no nos cuadraba a los europeos presentes en la cena, pero ya sabes; donde fueres, haz lo que vieres.

Evaluando por encima las dos semanas que llevo aquí, sólo veo un factor cercano a lo negativo. Y es que, desde que llegué a Kribi, he pasado por el hospital todos los días. Por ahora no es nada malo, en algunas ocasiones ha sido cosa de un rato, pero si vas a pasar un año dedicado a un proyecto como este, tienes que reservarte una parte de tu tiempo. Para ser sinceros, esto hay que entenderlo como algo circunstancial. Además del tiempo para adaptarse y conocer bien cómo funciona todo, hay que esperar a que terminen las obras. Por ahora estamos atravesando momentos de mucho trabajo, pero no será así todo el año. Una vez inaugurada la maternidad, tendré más tiempo libre y podré desconectar con más facilidad.

Por lo demás, todo sigue bien, mejor de lo que me esperaba antes de llegar. No me canso del pescado a la brasa ni de la cerveza camerunesa, y aunque apenas he tocado la noche, cuando he salido me lo he pasado teta. Es cierto que algunas personas se te acercan sólo para que les invites a una cerveza, pero rara vez se ponen pesados. En este sentido, me he decantado por el ataque como mejor defensa; cuando veo venir a alguien con ganas de gorronear, le pido que me saque una 33 Export y hacen el moonwalk, se van por donde han venido. Funciona siempre. Eso sí, me han ofrecido cenas y cervezas en bastantes ocasiones, la mayoría de la gente se da cuenta de que si trabajas sin sueldo no puedes andar invitando como si fueras Tony Montana.

2 mar 2012

¡¡¡LA MATERNIDAD!!!

Por fin, ya tenemos presupuesto. La semana que viene retomamos las obras de la maternidad, que contará con cuatro salas: admisión, paritorio, dilatación y hospitalización. 

El lunes vienen el carpintero y el fontanero para ir terminando lo que les toca, y mañana por la tarde recibimos a dos electricistas voluntarios que se quedan tres semanas. Esperemos que dé tiempo a tenerlo todo listo para entonces. 

Hasta ahora, los servicios de estas cuatro salas se daban en una zona mucho más pequeña y, además, no era propiedad del hospital, sino que estaba alquilada. Este paso supone dar mejor servicio con menos coste,    ventajas por todas partes. La verdad es que estamos todos con muchas ganas de que esto salga adelante, y cuando comentas en el pueblo que se retoma la obra después de haberla tenido un tiempo parada, la gente lo agradece muchísimo.  



El lunes vienen el carpintero y el fontanero para ir terminando lo que les toca, y mañana por la tarde recibimos a dos electricistas voluntarios que se quedan tres semanas. Esperemos que dé tiempo a tenerlo todo listo para entonces.

Me toca coordinar a la gente con otro compañero, a ver cómo va saliendo todo, pero tiene que quedar bien o bien. Y sin salirse del presupuesto, ya que hemos recibido una ayuda para la obra, lo cual quiere decir que del dinero que nos den, nada puede destinarse a otra cosa que no sea la contrucción de la maternidad. 



En esta foto de abajo podéis ver la instalación actual. Tengo otras, pero prefiero no subir imágenes de personas, y menos en momentos tan delicados y habiendo menores tan menores de por medio. 








Ya iré contando cómo evoluciona todo, hacia el final de la semana colgaré alguna foto más, y si todo va bien se notarán los avances.

¡Salud!

28 feb 2012

LARIAM, MALARIA, RELEC, MOSQUITOS... Y GIN & TONIC.

Quería reservar un rato más o menos largo para hablar de una de mis mayores preocupaciones a la hora de venir a Camerún, más que nada porque desde que me empecé a plantear este viaje, todo el mundo me contaba sus experiencias con Lariam, Malarone y demás remedios para la malaria.

Una amiga me decía que a su hermana se le cayeron las uñas de las manos y de los pies, un compañero de clase me contaba que llegó a tener alucinaciones en el trabajo, me hablaban de irritabilidad, depresión, tendencias suicidas... Ya sabemos cómo somos, y al final todos tenemos un primo de un cuñado que tiene grabado a Ricky Martin saliendo del armario de una niña para encontrarse al Rey en moto, que viene de recoger en una curva a una niña que hacía autostop y contaba no sé qué de un accidente. De todo hacemos una bola de nieve.

Encima, como yo soy especialmente tonto, no me quedé con las primeras y excelentes explicaciones que me dieron en el centro de vacunación internacional. Así que, antes de seguir contando, quiero dejar bien claro que en España tenemos un CVI en cada capital de provincia y, en algunos casos, varios. A mí me atendieron principalmente en el de la calle Montesa de Madrid y en el departamento de enfermedades del viajero del Carlos III. En todo momento la atención fue muy buena, por lo que antes que nada recomiendo acudir a estos centros, ya que cada persona es un mundo y el tratamiento idóneo para mí puede no ser el adecuado en otros casos, y viceversa.

En estos centros te vacunan de todo lo necesario en función del viaje que vayas a realizar. El problema con la malaria es que no hay vacuna posible, tan sólo tratamiento preventivo que no protege al 100%. Para viajes cortos suelen recomendar el Malarone, pero esta opción no es la más adecuada para estancias largas como la mía. Así que te recetan Lariam. El problema llega en casa, cuando lees el prospecto y te asustas con los posibles efectos secundarios.

Tengo que reconocer que me acojoné bastante, y por eso fui a pedir una segunda opinión (tercera, contando la de la coordinadora médica de mi hospital). La charla con la doctora del Carlos III me tranquilizó muchísimo, y también la sugerencia que me hizo respecto al tratamiento. Y es que el Lariam se puede tomar durante periodos bastante largos, y los efectos secundarios, por adversos que sean, nunca te dejarán peor que la malaria.

Pero cuidado, estamos hablando de un fármaco muy peligroso en personas con antecedentes de depresión o que hayan tomado ansiolíticos en algún momento. En tal caso, lo más seguro es que te recomienden otro tratamiento. Y no olvidemos que requiere una contiunuidad, se empieza a tomar una semana antes de llegar al destino y se sigue con una dosis semanal durante toda la estancia, terminando con cuatro tomas más al regreso. En mi caso estamos hablando de un total de 45-48 dosis.  

A pesar de todos los consejos de personal más que competente, repito que hablamos de tres personas cualificadas para opinar sobre el tema, seguía un tanto preocupado. La doctora del Carlos III me dijo; "mira, qué más te da tomarte 48 que 49 dosis. En vez de empezar una semana antes, empieza con quince días de margen. Así ves qué tal te sienta y nos da tiempo a cambiar de tratamiento si hiciera falta." Y ahí fue cuando empecé a quedarme mucho más tranquilo, cuando vi que si la cosa no iba bien, tendría varias alternativas.

Por supuesto, le hice caso, y hasta ahora no he sentido molestia alguna respecto al Lariam. Pero esto no quiere decir que ésta sea la mejor opción, sino que era la más indicada en mi caso. La que sí que es siempre la opción más adecuada es la de hacer caso a lo que te cuentan en los CVI, así como pedir una segunda opinión si lo consideramos oportuno.

Aparte de los tratamientos, existen muchas medidas preventivas para evitar las picaduras de mosquitos. Los repelentes me dejan la piel en carne viva, así que no los uso. Hay aplicaciones para el smartphone y otros aparatos que se supone que ahuyentan al anopheles mediante ultrasonidos, pero mi experiencia es que no funcionan.

¿Qué nos queda? Insecticida a raudales por la mañana al salir de la habitación, sobre todo en las paredes, que es donde duerme el anopheles. Existen repelentes para impregnar cortinas y mosquiteras, el del Decathlon la verdad es que a mí me está funcionando bastante bien, y también conviene llevar manga larga. Pero el repelente idóndeo lo inventaron los soldados británicos hace mucho tiempo.

La quinina funciona como repelente de mosquitos. El agua tónica tiene quinina. Y el gin & tonic tiene tónica. Más claro el agua (tónica). Eso sí, con los calores que se pasan por aquí, y la sudoración recomiendo tener mucho cuidadito con cuánta ginebra se le echa al combinado. ¡Haceos los copazos suavitos! ¡Moderación! Un cubata cargado a la española puede dejarte echo polvo. Mi mezcla ideal es media parte por cada cuatro de tónica. Avisados estáis...

¡Salud!

PD. Mañana me llevo la cámara al hospital, y empezaré a sacar fotos de la maternidad que esperamos inaugurar en marzo y del entorno de Kribi.

NOTA POSTERIOR: Lo de la quinina como repelente de mosquitos es falso. Lo que ocurre es que a veces se utiliza como tratamiento antipalúdico, aunque no es la opción más recomendada. Además, la tónica de hoy en día apenas lleva quinina, por lo que no ayuda lo más mínimo.

Total, que ahora me tomo los copazos porque me da la gana. He probado a mezclar con refresco de pomelo, y queda muchísimo más rico.

UNO MÁS...

El domingo, después de desayunar un café bastante insípido, me fui dando un paseo hasta la playa de Tara y los alrededores de Kribi. Lo más curioso de todo ese día fue que, aunque parezca extraño, no pasó absolutamente nada.

Uno se espera que en una población tan pequeña como Kribi, un blanco solo por la calle llame un poco la atención. Y puede que sea cierto, pero me daba la impresión de que yo era el único que se daba cuenta de que había un caucásico por ahí suelto. Mi experiencia en otros países africanos, como en Egipto, era muy distinta. Ahí te paran cada dos por tres para venderte algo, para ofrecerte su taxi o sólo para decirte el clásico y manido "Welcome to Cairo my friend!".

Aquí es muy distinto, pasan las moto-taxis y pitan para ver si quieres que te lleven, y si les dices que no siguen su camino con un cortés "Bonsoir". Los pescadores te ven pasar y, como mucho, les oyes un tímido "Salut".  ¿Estaba pasando desapercibido? Me sentí tan mimetizado en el entorno que llegué a dudar si llevaba todos estos años ignorando que soy negro. A lo mejor mis padres tenían algo que contarme pero no se atrevieron nunca. ¿Se basaron los hermanos Fesser en mi vida cuando escribieron "El milagro de P. Tinto"?

Justo cuando estaba a punto de anunciar a voces mi feliz descubrimiento, me di cuenta de que hace una semana, cuando me paseaba por Madrid, no iba saludando a los asiáticos que me encontraba por ahí. Ni lanzaba sonrisitas de bienvenida a los negros de tez morena que viven en mi barrio. En Santander, tampoco me paraba a hablar con los gitanos porque sí, ni le preguntaba al pakistaní de la frutería cuánto tiempo llevaba en Europa. Entonces, ¿a santo de qué me iban a decir nada en este pueblo así, porque sí? ¿Tanto molamos los exóticos blancos como para que nos paren por la calle?

Al final no sé si yo soy negro, o ellos blancos, o puede que Camerún esté lleno de chinos y yo sea un mandarín más, el caso es que aquí, como mucho, me saludan si sospechan que tengo algo que ver con el hospital. Y me dan las gracias por venir. Y yo les doy las gracias a ellos por hacer una cerveza tan rica.

De vuelta para casa, me vino a la cabeza aquella canción de Krahe que dice aquello de "en las antípodas, todo es idéntico, idéntico a lo autóctono".

25 feb 2012

¡¡¡YA ESTOY AQUÍ!!!

Ya ando por estos lares, dando la paliza y tratando de sacar algo provechoso de todo esto. Llevo poco por aquí, pero ha sido bastante intenso. El jueves pasé la noche en Douala y vine a Kribi el sábado a primera hora de la tarde.

La primera visita al hospital me ha dejado de piedra. Me esperaba una especie de ambulatorio, pero estamos hablando de un pequeño hospital que presta muchas atenciones. Es cierto que también existen determinadas carencias, pero teniendo en cuenta el entorno del que hablamos, se oftrecen muchos más servicios de lo que me esperaba. Hay habitaciones, quirófano, maternidad, farmacia... Por otro lado, se está construyendo una nueva maternidad con varias salas. Si no me equivoco, el viernes que viene llegan dos electricistas para ayudar con la instalación. No sé bien cuándo esperan tenerla terminada, pero una vez esté funcionando, tendremos un hospital bastante completo.

En cuanto a la casa que Lanzarote Help pone a disposición de los voluntarios, la verdad es que uno no puede quejarse. Lo mismo con todo el personal de la ONGD, el recibimiento ha sido excelentérrimo.

A partir del lunes llega el momento cumplir y estar a la altura. Esta organización ha depositado muchísima confianza en mí, y asume una serie de gastos al traerme para trabajar con ellos. Sumarse a estos proyectos como voluntario es en muchos casos, como el mío, una decisión egoísta. Por eso nunca se debe apelar a las buenas intenciones y a la ausencia de sueldo para justificar errores o falta de profesionalidad. Cuando vienes sabes que no te pagan, y aceptas estas condiciones porque te da la gana, porque te hace sentir bien o por los motivos que sean; pero siempre de manera voluntaria y egoísta.

Es decir, que aquí estamos para trabajar con toda la profesionalidad que podamos, y para rendir cuentas a los pacientes del centro médico y sus familiares.

A lo largo de estos días iré contando algo sobre el tratamientos de la malaria, y el personal laboral que tenemos en el hospital, así como los distintos proyectos y necesidades a los que nos enfrentamos. También subiré algunas foticos del hospital y de Kribi.

¡Salud!

9 feb 2012

TODO ARREGLADO

Ayer me dieron el visado, ya lo tengo todo atadito y en regla. Mañana al concierto de Hate a modo de despedida, no sé por qué pero todavía me cuesta llamarle Sho Hai. El sábado me voy a mi bello pueblo para despedirme como Dios manda de la familia y los amigos. Tocará darse el último baño en el Cantábrico, con sus consiguientes rabas y cervecitas posteriores. 

No creo que actualice demasiado el blog hasta que llegue a Camerún. Estas entradas han servido más que nada para familiarizarme con la web y ver qué tal quedaba todo. A partir del 23 de febrero trataré de contar historias de interés.

Mientras tanto, podéis leer sobre Lanzarote Help en su web y, si no estáis en el paro ni ahogados por las deudas, hasta os invito a echar un cable de alguna manera.

7 feb 2012

VISADOS Y BUROCRACIAS

Mañana me dan el visado, creo que está todo en regla, por lo menos eso me han dicho en la embajada. El 23 salgo bien temprano y tengo tres horas de espera en el aeropuerto de París, así que me da tiempo de sobra para comerme un cruasán con su correspondiente café au lait.

Creo que una vez tenga el visado, ya estará todo listo para volar, aunque todavía tengo que pesar el equipaje para ver cuánto material médico puedo llevar para el hospital de Kribi - Ebomé. Lo mejor de todo, que me voy al verano, dejo el frío siberiano que estamos sufriendo por Madrid.

¡Salud!

5 feb 2012

PARECE QUE ESTO SIGUE ADELANTE

Después de un pequeño debate interno, y con el permiso de la autoridad competente, me decido a seguir adelante con el blog. Mañana toca ir a por las recetas de las pastillas contra la malaria y tramitar visados. El viernes me dan las últimas inyecciones, creo que son de hepatitis y meningitis, pero ya ni me acuerdo de las que me faltan. En unos días empiezo con las vacunas orales para prevenir el cólera.

Me quedan un par de semanas en Madrid, y la verdad es que me va a dar pena dejar la capi. El otro día me recordaba un amigo que hace unos cuantos años odiaba esta ciudad, pero después de unos siete años aquí metido, sólo puedo decir cosas buenas de ella. A veces, cuando oigo a la gente hablar mal del Foro, me siento obligado a salir en su defensa, ¿será que ya soy madrileño? Ni idea, pero al final uno echa de menos este pueblo grande, o villa, como dice la constitución española.

Como ya sabe la gente que me conoce, estoy deseando llegar a Camerún, pero a la vez siento morriña sin haberme ido todavía. A modo de despedida, un temita de Darmo. Puede que algún día escriba algo aquí sobre la gente de A13 Records, mientras tanto dejo el clip. Lo sé, tiene versos políticamente incorrectos, pero hace tiempo que no sale nadie rimando de una manera tan sincera.

¡Salud!

31 ene 2012

EMPEZAMOS...

Ya hay fecha de salida. El 23 de febrero vuelo a Camerún para unirme al proyecto de Lanzarote Help. He de reconocer que siempre he sentido cierto recelo hacia la gente que tiene un blog personal (igual que los que tienen un VW Beetle o dicen iutú y arriem); pero en este caso sumo una contradicción más a mi lista y me decido a contar mi experiencia por este medio. El caso, que en vez de asediar a mis amistades por mail y FB, mejor voy contando mis historias por aquí.

Por ahora sólo puedo decir que me entusiasma la idea de sumarme a la iniciativa de Lanzarote Help en Kribi - Ebomé. Dicen que todos queremos dejar una huella en este mundo, hacer algo que sirva de ayuda o de influencia cuando dejemos de existir. Y supongo que eso es lo que busco en este caso, además de iniciar un nuevo proceso de aprendizaje y aprovechar para terminar mi tesina a lo largo de este año.

Por ahora sólo veo ventajas en este proyecto. Me dicen algunas personas que esto que hago tiene mucho valor, que es muy admirable eso de ayudar de manera desinteresada; pero no se dan cuenta de que el dinero es lo único que no gano en este año que tengo por delante. En todos los demás sentidos, salgo claramente beneficiado. ¿Quién ayuda a quién? ¿Quién favorece el desarrollo de quién?

Contiunará...